Javier Ghio

Politólogo - Lic. en Ciencias Políticas

Si bien es cierto que Tucumán es una de las provincias en las que mayor participación se registró en lo que va de 2023, también el voto en blanco para cargos legislativos es un fenómeno para analizar.

Para cargos ejecutivos -gobernador, intendente y comisionados comunales-, el porcentaje de voto en blanco puede haber aumentado un poco con respecto a 2019, pero no en niveles significativos.

Lo llamativo en Tucumán es la gran cantidad de votos en blanco para cargos legislativos, ya sea para legisladores provinciales o para concejales en los distintos municipios.

Esto tiene muchas explicaciones. Una de ellas es el descrédito que pueden llegar a tener los cuerpos legislativos en un sistema donde el poder está concentrado en el Ejecutivo. Así, la mayoría popular considera a estos órganos legislativos como un apéndice del ejecutivo o como una institución que no es demasiado productiva, que no puede dar respuesta a las demandas sociales.

Por otro lado está la explicación electoral. Debido al sistema de acoples que tenemos en Tucumán, existe una hiper atomización de partidos políticos y de candidatos a ocupar cargos legislativos. Para cargos ejecutivos, en cambio, no se encuentra tal nivel de alternativas -sí para comisionado comunal, con hasta 23 candidatos en algunas localidades-; pero para gobernador e intendente no pasó de ocho o 10 postulantes, por lo que se puede considerar eso un “sistema plural atenuado”.

Sin embargo, para cargos legislativos nos encontrábamos con muchísimas alternativas, al punto de que en que en algunas mesas había hasta 30 fiscales partidarios.

La tercera explicación tiene que ver con lo social. Si bien en Tucumán no estamos en una crisis de representación, sí estamos con algunos problemas de representación que deberiamos seguir con atención para evitar tal crisis. Esto tiene que ver principalmente con los cargos legislativos. La hiper atomización de partidos políticos hace que la gente no pueda conocer cuáles son las ideas o plataformas de cada uno de los 103 partidos habilitados a participar. El proceso de debilitamiento de los partidos hace que la gente confíe mucho más en los cargos ejecutivos, donde los partidos tradicionales respaldan la candidatura, y no tanto en los legislativos, donde los partidos son más un “cascarón electoral”.

Esta elección de 2023 en Tucumán demostró que la gente, al votar en blanco, decidió manifestar esta situación. Entonces, es necesaria una reforma del sistema electoral, porque claramente hay un debilitamiento institucional en los cuerpos legislativos, producto del sistema electoral que tenemos; y hay además una necesidad de reforma del sistema de partidos.